martes, 20 de enero de 2009

EL PROCESO EN LA ESCRITURA DEL GUIÓN

Idea: La esencia de la historia que se quiere narrar. Ésta puede tener múltiples orígenes: en la imaginación del guionista, en la inspiración de un hecho real, en una anécdota, una nota roja, una novela, etc. Toda película tiene su génesis. El guionista la plasma en una sola línea.

Sinopsis: Resumen redactado en estilo directo, sin diálogos. Es de una página, en 3 párrafos, comenzando por el conflicto. Se destaca lo esencial. Es la historia concisa y precisa. Sirva para evaluar la historia, no la narrativa.

Argumento: Entre 20 y 50 páginas. Ya contiene descripciones psicológicas. Se pueden anexar apartados con biografías, aunque esta información sea únicamente para el guionista, no llegará al guión ni se verá en pantalla. El argumento es cronológico y en tiempo presente.

Escaleta: Documento que sirve para acomodar la información de manera lógica, cronológica y coherente y detectar los huecos o contradicciones en la historia. Sirve para evaluar la información que se tiene.

Tratamiento o guión literario: Una vez aprobados los documentos anteriores, el guionista procede a escribir el tratamiento o guión, donde ya entran los parlamentos, la ambientación (si es de día, de noche, una escena al interior o al exterior, etc.), las escenas y las secuencias bien definidas. El tiempo en pantalla se calcula a razón de un minuto por cuartilla, de tal forma que un filme de 120 minutos tuvo un guión de aproximadamente 120 páginas. El formato de guión es muy específico, nada tiene que ver con la escritura literaria.

Guión técnico: Éste NO le corresponde al guionista. El director, junto con su equipo agregará las anotaciones técnicas pertinentes en cuanto a iluminación, planos, encuadres, etc. Sin embargo, un guionista hábil puede sugerir sutilmente los encuadres mentalmente visualizados por él. Ej: La mano coloca la mula de 6 sobre la mesa. (Vicente Leñero en su guión de El Callejón de los Milagros).

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