martes, 3 de febrero de 2009

LUIS BUÑUEL




Luis Buñuel Portolés nació en Calanda el 22 de febrero de 1900. Su padre, Leonardo Buñuel, tenía un negocio de ferretería, hizo fortuna en Cuba y tras la guerra de independencia volvió a su pueblo natal, donde se casó con María Portolés Cerezuela, con quien tuvo 7 hijos: Luis (1900), María (1901), Alicia (1902), Concepción (1904), Leonardo (1907), Margarita (1912) y Alfonso (1915).

Pasó su infancia y adolescencia en Zaragoza. En 1908 asiste por primera vez al cine Farrucini (una barraca con una lona como cubierta) para ver una película coloreada a mano de dibujos animados. Vería durante su infancia muchas cintas (su prima tenía acceso desde la cocina a la pantalla de uno de los cines de Zaragoza). En 1913 comienza a estudiar violín y toca en el coro de la Virgen del Carmen de Zaragoza. En 1915 es expulsado por los jesuitas del colegio a causa de una borrachera y se matricula en el Instituto de Enseñanza Media de Zaragoza (después Goya) como alumno libre.

A los 17 años parte a Madrid para cursar estudios universitarios. Se aloja en la recién creada Residencia de Estudiantes, donde permanecería siete años. Su propósito era estudiar, inducido por su padre, Ingeniería Agrónoma. En esta época se hace naturista y lleva vestimenta espartana. Toma parte de las actividades del cine-club de la Residencia y traba amistad con Dalí, García Lorca, Rafael Alberti, Pepín Bello y Juan Ramón Jiménez. También participó todos los sábados desde 1918 hasta 1924, en las terutliasdel Café Pombo, dirigidas por Ramón Gómez de la Serna.

En 1920 inicia estudios en Filosofía y Letras, rama de Historia, ya que varios países ofrecían trabajo como lector de español viendo así una oportunidad de salir de España. Con sus compañeros de la Residencia hace sus primeras puestas en escena, con versiones delirantes del Don Juan Tenorio.

En 1921 se interesa por el Dadaísmo y la obra de Louis Aragon y André Bretón. En 1923 muere su padre en Zaragoza, inicia el servicio militar y publica su primer artículo, al que seguirían cuentos y poemas en revistas de vanguardia e incluso preparó un libro que los recopilaba bajo el título Un perro andaluz. Muchos de estos escritos previos al surrealismo francés pasarían a su cine. Funda la paródica Orden de Toledo y se nombra a sí mismo condestable. Para ser caballero había que emborracharse y estar toda la noche sin dormir. A ella pertenecieron, Dalí, Pepín Bello, Alberti, etc.

París y primeras películas
En 1924 se licencia en Historia y se va a París, entonces capital cultural de occidente. Ahí asiste a las tertulias de los inmigrantes españoles y se acerca más al grupo surrealista. Para entonces veía 3 películas al día. Comenzó a colaborar como crítico en varias publicaciones de cine y arte, como Cahiers d'Art, Alfar, y Helix, Horizonte, dejando constancia de sus concepciones cinematográficas.

El pianista Ricardo Viñes le propone la dirección escénica de El retablo de Maese Pedro de Manuel de Falla, que, estrenada en Ámsterdam el 26 de abril de 1926, supuso un importante éxito que lo llevó a escribir una obra vanguardista titulada Hamlet en 1927, estrenada en el Café Sélect de París.

Su conversión total al cine vino con la película Las tres luces de Fritz Lang. Después se presentó en un rodaje al director francés Jean Epstein y se ofreció a trabajar en cualquier labor a cambio de aprendizaje en cine. Fungió como ayudante de dirección en el rodaje de sus película mudas Mauprat y La caída de la casa Usher de 1928.

También colaboró como actor en pequeños papeles, como el de contrabandista en Carmen, y en Sirène des Tropiques. Todo este bagaje le familiarizó con el oficio cinematográfico y le permitió conocer a buenos profesionales que después colaboraron con él en Un perro andaluz y La edad de oro, sus dos primeras películas. Como crítico, elogia el cine de Buster Keaton y ataca por pretenciosa la vanguardia francesa, en cuyas filas militaba el propio Epstein. Es conocida su ruptura con éste al negarse a trabajar con el más reputado de los directores vanguardistas, Abel Gance.

Cada vez más interesado por el grupo surrealista de Breton, comienza a escribir poemas de un surrealismo ortodoxo e instando a Dalí a que se traslade a París para conocer el nuevo movimiento. En 1927 escribe Polismos y en la Residencia de Estudiantes dirige un ciclo de cine. En 1928 prepara un guión sobre Goya por el centenario de su muerte. El proyecto no se filmó por falta de presupuesto. Este mismo año se adhiere al grupo surrealista de París.

En 1929, Buñuel y Dalí ultiman el guión de un proyecto titulado El marista en la ballesta, luego Es peligroso asomarse al interior y, por fin, Un perro andaluz. La película se comienza a rodar el 2 de abril con un presupuesto de 25 mil pesetas aportadas por la madre de Buñuel y se estrena el 6 de julio en el Studio des Ursulines, un cine-club parisino, alcanza el éxito entre la intelectualidad francesa, permaneciendo en exhibición nueve meses consecutivos en el Studio 28. A partir de este corto, Buñuel es admitido de lleno en el grupo surrealista, que se reúne diariamente en el Café Cyrano para leer artículos, discutir de política y escribir cartas y manifiestos. Allí, Buñuel forja amistad con Max Ernst, Bretón, Paul Éluard, Tristan Tzara, Yves Tanguy, Magritte y Louis Aragon.

A fines de 1929 se vuelve a reunir con Dalí para escribir el guión de La edad de oro, pero la colaboración ya no resulta tan fructífera, pues Buñuel comienza el rodaje de la película en abril de 1930, cuando el pintor se va de vacaciones con Gala, su mujer, a Torremolinos. Cuando descubre que Buñuel ya ha acabado el filme, Dalí se siente marginado del proyecto. No obstante, felicitó a Buñuel por el resultado. Se estrenó el 28 de noviembre de 1930. Grupos de extrema derecha atacaron el cine donde se proyectaba y las autoridades francesas prohibieron la película y requisaron todas las copias existentes, comenzando una larga censura que duraría medio siglo.
En 1930 Buñuel viaja a Hollywood, contratado por la Metro Goldwyn Mayer, como «observador», para familiarizarse con el sistema de producción estadounidense. Allí conoció a Chaplin y Eisenstein. En 1932 asiste a la primera reunión de la Asociación de Escritores Revolucionarios (AERA), se separa del grupo surrealista y se afilia al Partido Comunista francés. En 1933, financiado por su amigo Ramón Acín, filmó Las Hurdes, tierra sin pan, un documental sobre esa comarca extremeña. La derecha y la Falange Española comenzaban a rebelarse en España y la película fue censurada por la Segunda República por considerarla denigrante para España. Ese mismo año firma un manifiesto contra Hitler con García Lorca, Alberti, Sender, Ugarte y Vallejo.

En 1934 se casa con Jeanne Rucar, a la que había conocido en casa de su amigo Joaquín Peinado en 1925. Ella obtuvo el bronce de gimnasia artística en los Juegos Olímpicos de París 1924. Buñuel vuelve a Madrid, ya que ha aceptado trabajar para la Warner Brothers como director de doblaje. La pareja tendría dos hijos, Jean Louis, nacido en París, y Rafael, en Nueva York.
En 1935, con ayuda de algún dinero familiar, funda, junto a Ricardo Urgoiti, la productora Filmófono, que produjo películas como Don Quintín el amargao, La hija de Juan Simón, ¿Quién me quiere a mí? o ¡Centinela alerta! La única condición de Buñuel para producirlas era no aparecer en créditos, pues a sus ojos eran "melodramas baratos". Estos filmes consolidaron de la industria cinematográfica española de los años treinta. Sin embargo, la Guerra Civil abortaría este proyecto.

La Guerra Civil y Estados Unidos
Buñuel siempre fue fiel a la República. No obstante, ayudó a amigos suyos del bando franquista cuando estuvieron en peligro. En 1938 viajó a Hollywood, encargado por el gobierno republicano de supervisar dos películas acerca de la Guerra Civil. Terminada la Guerra en 1941, la asociación general de productores estadounidenses prohibió toda película en contra de Franco. Aceptó entonces el puesto del Museo de Arte Moderno de Nueva Cork para el área documental y jefe de montaje de documentales para la Coordinación de Asuntos Interamericanos, que dirige Nelson Rockefeller. Debía seleccionar filmes de propaganda antinazi. Lo despiden en 1943 a raíz del libro La vida secreta de Salvador Dalí, donde el pintor tacha a Buñuel de ateo y hombre de izquierda. Buñuel rompe en definitiva su relación con el pintor. Volvió a Hollywood a trabajar para Warner como jefe de doblaje de versiones españolas para América Latina. Acabada dicha colaboración en 1946, se quedó en Los Ángeles en busca de trabajo y de que le concedieran la nacionalidad estadounidense.

Etapa mexicana
El productor ruso exiliado en México Dacingers le ofreció dirigir Gran casino, una película comercial con Jorge Negrete y Libertad Lamarque. Buñuel aceptó y se instaló con esposa e hijos en México. La película fue un fracaso y durante tres años se mantuvo del dinero que le enviaba su madre. En 1949, a punto de abandonar el cine, Dacingers le pidió que dirigiera El gran calavera, ya que Fernando Soler no podía ser director y protagonista. El éxito de esta película y la concesión de la nacionalidad mexicana animaron a Buñuel a plantear a Dacingers un nuevo proyecto más personal, proponiéndole un argumento sobre la aventuras de un joven vendedor de lotería. Dacingers le propone la realización de una historia sobre los niños pobres mexicanos.
Así, en 1950 realizó Los olvidados, con fuertes vínculos con Las Hurdes, tierra sin pan. De momento no gustó a los mexicanos ultranacionalistas ya que retrataba la realidad de miseria suburbana que la cultura dominante no quería reconocer. No obstante, el premio al mejor director que le otorgó el Festival de Cannes de 1951 supuso el reconocimiento internacional del filme y del director.

En 1951 filma Susana y en 1952 Robinson Crusoe, primera película que se rueda en Eastmancolor, y, junto con La joven, en 1960, las dos únicas películas que rodaría en inglés y con coproducción estadounidense. En 1953 dirige Él. En 1954 dirige El río y la muerte y es miembro del jurado de Cannes. En 1955, año en que filma Así es la aurora en Francia, fiel a sus ideas, firmó un manifiesto contra la bomba atómica estadounidense, consiguiendo un lugar en la lista negra estadounidense hasta 1975. Al preguntarle si era comunista contestaba que era un español republicano.

En 1956 realiza La muerte en ese jardín. Nazarín (1958), Palma de Oro del Festival de Cannes de 1959, es la primera de las tres películas que realizaría con el actor Paco Rabal. Ese mismo año rueda Los ambiciosos, cine de compromiso político y social. En 1960 dirige por última vez una obra teatral, Don Juan Tenorio, en México. En España dirige Viridiana, coproducción hispano-mexicana con guión de Julio Alejandro. Obtiene la Palma de Oro en Cannes en 1961. El periódico vaticano L'Osservatore Romano condenó la cinta por blasfema, prohibiéndose en España. En 1962 rueda El ángel exterminador, una de sus películas más personales y en la que alude a Dalí.

Etapa francesa
En 1963 filma Diario de una camarera, adaptación de la novela de Octave Mirbeau. Comienza su cooperación con el productor Serge Silberman y el guionista Jean Claude Carrière. En 1964 filma su última película mexicana, Simón del desierto, obteniendo el León de Plata de la Mostra de Venecia.

En 1966 se estrena Belle de jour con Catherine Deneuve que obtuvo el León de Oro en Venecia. Obtiene en Francia gran éxito y a partir de entonces sus estrenos se convierten en acontecimientos culturales, asegurándole a Silberman libertad creativa y recursos. En 1969 La Mostra le otorga el gran premio de homenaje. En 1970 vuelve a España para rodar Tristana, otra vez con Deneuve.

En 1972 se convierte en el primer cineasta español en conseguir el Óscar por mejor película extranjera, por El discreto encanto de la burguesía. Ésta, junto con La Vía Láctea (1968) y El fantasma de la libertad (1974), ataca los cimientos de la narrativa convencional y el concepto causa-efecto. En 1977 filma Ese oscuro objeto del deseo, ganador del premio especial del Festival de San Sebastián. En la película, Carole Bouquet y Ángela Molina interpretan el personaje femenino.

En 1980 realiza su último viaje a España y es operado de la próstata. En 1981, 50 años después de haber sido prohibida, se reestrena en París La edad de oro. Es hospitalizado por problemas de la vesícula. El Centro Georges Pompidou de París le hace un homenaje proyectando en el techo Un perro andaluz. En 1982 publica sus memorias, tituladas Mi último suspiro.

En los últimos cinco años de su vida, sordo, con poca vista, dejó de ver cine, televisión y de leer, con excepción de La vejez de Simone de Beauvoir, que leía y releía. Falleció en Ciudad de México el 29 de julio de 1983, a causa de insuficiencia cardíaca, hepática y renal provocada por un cáncer. Sus últimas palabras fueron para su mujer: "Ahora sí que muero". Se mantuvo fiel a su ideología hasta el final: no hubo ninguna ceremonia de despedida y actualmente se desconoce dónde se encuentran sus cenizas. Ese mismo año es nombrado doctor honoris causa por la Universidad de Zaragoza.

Su pensamiento
A los 14 años empezaron sus dudas sobre la religión. Según él mismo dijo, era "ateo, gracias a Dios". Amante del tabaco y del alcohol (para él, un bar era un lugar de meditación) quiso librarse de las normas de la sociedad que en herencia le había dejado todo un sistema de prohibiciones y represiones. Le gustaban las armas, la puntualidad, el buen vestir, irse pronto a la cama y madrugar.

Le gustaba reflejar la visión pesimista y cruel de la vida. Así lo hizo en Las Hurdes, tierra sin pan, y Los olvidados. Su visión chocaba con la realidad. Tenía presente la destrucción de la tierra, pensaba en las guerras, la bomba atómica. Afirmaba que ni la libertad ni la justicia existían. Era, piadoso, de vida ordenada. Tuvo una vida desahogada y una infancia feliz, pero su conciencia le llevaba a pensar en la injusticia que reflejó en Abismos de pasión, Nazarín, Él, La muerte en el jardín, La joven. Sin embargo, era pacífico. Estaba obsesionado con su propia muerte. Su hermana Conchita recordaba que de niños visitaban cementerios y él se tendía en las mesas de autopsias.

Vivió los años de represión sexual, quiso realizar una película pornográfica, pero desistió. Asistió a orgías y burdeles, pero no consumó, siempre fue fiel a su mujer. El tema del sexo fue tratado en muchas de sus películas: La joven, Ese oscuro objeto del deseo. Pero en casa fue un puritano, profundamente celoso, no permitía ni una mirada a su mujer. Era, en cierto modo, un anarquista, pero en su casa se respiraba disciplina, no permitía a las mujeres asistir a las reuniones de hombres.

No fue nacionalista, pero añoraba España, se nacionalizó mexicano por pragmatismo. Parte de su trabajo tiene como meta, entre otros objetivos, cambiar la sociedad en la que vivimos, que se basa en la religión, la familia y el orden establecido, y que impone una moral y un comportamiento social de la que ni siquiera la burguesía que sustenta el poder es libre. Para él, ser bromista era una forma de demostrar que estaba en contra del orden.

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