martes, 31 de marzo de 2009

FRANÇOIS TRUFFAUT


Nació el 6 de febrero de 1932 en París, Francia. Producto de un matrimonio acabado, Truffaut nunca conoció a su verdadero padre y no tuvo buena relación con su padrastro. No es de sorprender que declarara en varias ocasiones que su infancia fue infeliz y llena de conflictos emocionales. Durante la adolescencia asistió a la escuela militarizada, escapando de ella varias veces y siendo encerrado en prisiones militares como consecuencia. Fue en este período más obscuro de la vida de Truffaut que aparece la figura de quien alteraría el rumbo de este adolescente aparentemente resignado a ser un “don nadie”: André Bazin, y con él el mundo del cine que lo envolvió y le entregó la pasión de su vida.
Su primer acercamiento al cine fue a través de la crítica. Tras algunas colaboraciones en revistas de segunda línea, a los veintiún años ingresó como redactor a la afamada Cahiers du Cinéma. En 1955 realizó su primer cortometraje Une visite (no estrenado) y en 1957 consiguió cierta repercusión con Los mocosos (Les mistons). Dos años después, debutó en el largometraje con Los cuatrocientos golpes y con él ganó el Premio al Mejor Director en Cannes. Pese a tener un estilo apasionado, espontáneo, directo, sus obras se distinguen por el cuidado plástico-formal que les imprime; "por su poca virulencia", según se lo criticó en más de una oportunidad. Como buen gustoso del cine de géneros -de hecho, realizó policiales (Disparen sobre el pianista, 1960; Confidencialmente tuya, 1983); melodramas (La mujer de la próxima puerta, 1981) y, hasta filmes de ciencia-ficción (Fahrenheit 451, 1966)-, gran parte de su cine expresa una mirada personal sobre universos fílmicos reconocibles. La otra parte de su obra, gira en torno de la problemática infantil iniciada con Los mocosos (El niño salvaje, 1969; La piel dura, 1975); del personaje de Antoine Doinel y de sus preocupaciones meta-cinematográficas (La noche americana, 1973).
Su cine será, en comparación con las audacias formales de los anteriores, más naturalista y cotidiano. Basado en el análisis psicológico de los personajes, están construidos teniendo en cuenta su trasfondo nostálgico por el pasado. El tema de la dificultad de amar está presente en muchas de sus obras.
Sus personajes se dividen en hombres-niño y mujeres fuertes, todos de comportamiento ambivalente y contradictorio. El amor de la pareja es el tema principal en su filmografía, unido a los recuerdos de una infancia conflictiva y a la nostalgia por la adolescencia perdida. Admira a Hitchcock, admiración que va a plasmar en muchas de sus obras con homenajes al director británico.
Entre sus obras destacan Los 400 golpes, Jules et Jim, La Noche Americana o El pequeño Salvaje.

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